Cartel del Primer Festival Niebla Salamanca 2016
Durante los días 30 de septiembre, y 1 y 2 de octubre de 2016, tuvo lugar el I Festival Niebla Salamanca dedicado a la fantasía, la Sci-Fi, el terror y el cómic. Como ya sabéis, estuve presente con mi modesto (vamos a ser generosos) stand. Fue, además, mi primer festival de este estilo.
Mi modesto stand en el que hablé de El despertar de la leyenda (gracias a Librería Gil de Santander por esos carteles y los marcapáginas. También a Rosana de Video Club Voto por hacerle currar un jueves :P)
Debido a que tuve que atender el stand, no pude acudir a la mayoría de los eventos, excepto el viernes (que estuve en el Liceo escuchando la charla, ya en su final, de "El oficio de la traducción de género en España", luego a Ian Watson y, sobre todo, a Ken Liu), y el domingo, que me acerqué hasta la clase que dio mi compañero de stand (y ya amigo), Jorge Díaz, en la que nos explicó, con una muy cuidada presentación, los detalles de la concepción de un libro, desde que surge la idea hasta que se edita. Fue todo un descubrimiento por mi parte, y, a pesar de que ya peino alguna cana, me sentí como un aprendiz. Gracias, Jorge, por la charla y por todo lo demás (consejos, risas...)
Charla "El oficio de la traducción de género en España", en un Liceo casi lleno.
Primero voy a hablar un poco de mí. El objetivo que me propuse al acudir a este festival fue darme a conocer. Por suerte o por desgracia, en este mundo de las letras, y más en el de la fantasía, tienes que dar la cara y demostrar "que no eres un ente que vaga por las redes" (Víctor Blanco dixit). Tal vez en la época de Lovecraft se podía uno encerrar en su casa y no salir más que a comprar el pan (o setas alucinógenas), pero en plena era digital y de explosión de las redes sociales, no. Y siempre habrá alguien que te quite esa primera capa con la que te proteges y descubra otras más interesantes debajo (o todo lo contrario, que puede darse el caso también). Creo que cumplí con creces mi objetivo, pero no sólo por lo que he explicado antes, si no porque a su vez conocí a muchos compañeros escritores; también a editores, blogueros, ilustradores y aficionados a la fantasía en general.
Stands de Jorge Campos Fernández, Jorge Díaz y Librería Santos Ochoa.
Los de al otro lado del Pecos preparando los stands en la colorida fachada del CMI El Charro.
A mi izquierda, Rosa Gonzalo de Librería La Caraba, Diego Díaz (Illumiphant) y Juan Colás, y Josef Méndez (Horror Art)
Bueno, y del Festival en sí, ¿qué conclusión saco? Pues me pareció muy completo. Sobre la falta de público de la que se quejan algunos, pues en los stands cierto es que no se vio mucho movimiento, salvo momentos puntuales como el sábado por la tarde y el domingo por la mañana (gracias a la carrera solidaria que hubo, también es cierto), pero entiendo que son tiempos difíciles y la gente prefirió acudir a las charlas y presentaciones antes que gastarse los cuartos (y agradecidos a los que lo hicieron, por supuesto). Sobre esto, parece ser comentario generalizado que hubo mucho público y de un conocimiento elevado. Oí el mismo viernes, no sé si a Pablo Bueno (por cierto, un placer conocerte, Pablo, siempre pendiente de nosotros, además) que era un público preguntón, y eso se agradece. Por ejemplo, la charla de Ken Liu comenzó demasiado fría, y fue la gente con sus preguntas la que la animó (eso sí, él parece que se mostró encantador y no se negó a ninguna foto). Porque, además, veníamos de una amena velada con Ian Watson, cuyas anécdotas (genial la que contó de cómo les coló a los de Warhammer Space Marine) hicieron echarse unas buenas carcajadas a casi toda la sala. Me interesó de Ken su visión de la fantasía y la ciencia-ficción (que no dejan de tener muchas similitudes, incluso pueden engarzarse como las auténticas joyas que son), así como su intento de acercar la tradición china a un mundo occidental que vive demasiado de espaldas.

El sábado todo el tinglado se trasladó al CMI El Charro, más grande, con más salas y más charlas y talleres. Una pena no poder haber acudido a algunas de ellas (como a la presentación de Neimhaim, de Aranzazu Serrano, que me dijeron estuvo muy bien). Tampoco pude ir a la de Ana Coto Fernández, que presentó su libro El club de los kakamonstruos, pero me desquité porque la conocí en persona y además compartí un rato el stand con ella (foto de la izquierda). Ese día también hubo una charla que tuvo que estar muy bien, a cargo de Carlos Bassas, Sergio Vega y Raquel Mayorga, "El samurái en la literatura fantástica". Pude conocer a Sergio y a Carlos por la noche durante una cena de lo más agradable en una terraza del centro de Salamanca, mientras Víctor Blanco suspiraba por volver a sus tiempos de estudiante (y Fito García también). También durante el sábado hicieron acto de presencia, con una caracterización digna de una película de Hollywood, Manlima Cosplay, a los que todos pedían una foto (a mí se me pasó, pero habrá otras ocasiones). Dieron a su vez una charla sobre su trayectoria e impartieron un taller de goma eva (reconozco mi ignorancia en este tema; ¿veis? Para la próxima tengo que acudir y tomar buena nota). Se habló del papel de la mujer en la literatura de género en España, además de la nueva fantasía española, charlas ambas que contaron con la presencia de grandes autoras (y de Pablo Bueno :P). Hubo más presentaciones y talleres, al parecer (y siempre, como digo, por referencias) con mucha participación, lo cual es un motivo de alegría sobre todo para un festival que empieza.
El Festival unió a seres mitológicos muy diversos (Víctor Blanco y Arkaitz León)
En la comida, con Arkaitz León, Víctor Blanco, Jorge Díaz y un servidor. Detrás de la cámara, don Fito García.
Manlima Cosplay (Helen y Arshan) con Jorge Díaz.
Antes de la presentación de Neimhaim, de Aranzazu Serrano, lucha medieval frente al CMI El Charro. ¡Voto a bríos!
Con Sergio Vega, Víctor Blanco y Carlos Bassas. Desenfundando y disparando, Fito García.
Y así terminó todo. Bueno, no terminó así, ya que hubo un último coletazo, una comida de despedida en un bar de la calle van Dyck (la de chistes que hicimos con el nombre) que nos recomendó Juan Francisco Gordo, corrector de libros.com (un verdadero placer haber coincido al menos un rato con él).
Con Fito García y Jorge Díaz.

Quisiera dar las gracias a mucha gente. Seguro que me olvidaré de alguno, así que perdonad si no os nombro (podéis hacerme vudú si queréis). En primer lugar a Pablo Bueno por su iniciativa (que hago extensible a todos los demás organizadores y voluntarios). A mis compañeros de los stands: Josef Méndez, Diego Díaz (Illumiphant) y Juan Colás, Librería la Caraba (Rosa Gonzalo Pascual), Jorge Campos y Carol Mora, Jorge Díaz, Librería Santos Ochoa, Asociación Autores Anónimos, Oz Editorial, Librería Yuste, Nowevolution Editorial, Apache Libros (José del Río Fortich), Huts Editorial (Arkaitz León) y Ronin Literario (Víctor Blanco), Antonio Rodríguez y Víctor Pozo. A Fito García; a Jorge Fernández Pérez y Ana Nieto (y a los que compartí momentos la noche del sábado y también el domingo, Mauro y Álvaro; perdonad, pero soy un desastre para los nombres); a Ana Coto Fernández; a Carlos Bartol; a Helen Bri y Arshan de Tyria; a los ponentes y participantes de las distintas charlas, talleres y presentaciones... Y, sobre todo, y muy especialmente, a los que os acercasteis a mi modesto stand y os detuvisteis un rato a que os hablara de El despertar de la leyenda.
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