jueves, 18 de agosto de 2016

¿Hay historia de amor en EDDLL?

Pues eso me preguntaron el otro día por mensaje privado. ¿Hay alguna gran historia romántica de esas que te dejan sin aliento? Y mi respuesta fue un sí rotundo. Si lo que el lector/a espera es el arquetipo chico conoce a chica, se miran, se besan y se prometen amor eterno, pues a lo mejor se lleva un chasco... La gran historia de amor es la de su protagonista con la naturaleza, con los seres y razas de Rodania, con sus ríos y bosques, con sus montañas y desiertos. Edam Thélder es, ante todo, un ecologista más de nuestro tiempo, alguien que respeta el medio y se admira con la belleza, a veces terrible, como la de las tormentas, de la Naturaleza.
       Pero existen más historias de amor: la de una hija a un padre y viceversa, la de un rey por sus súbditos, la de unos compañeros de viaje que se querrán por encima de diferencias (que las tienen, y a veces muy acentuadas)...
       De acuerdo, quizá esto os parezca, queridas lectoras y lectores, una explicación algo sosa. Sí, está muy bien ese variado de amores, pero lo que algunos exigen de una historia de amor es que cumpla las características que enunciaba al principio. Y os respondo: sí, también existe una gran historia de amor, quizá no tan explícita, y además habrá que esperar al final de la novela para encontrarla. Pero ese amor será uno de los pilares sobre los que se sustente la continuación de EDDLL, un amor que tendrá visos de imposible y que habrá de resistir no pocas visicitudes para probar su fortaleza. Será un amor legendario, inspirador de romances y canciones.

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